El presidente del episcopado argentino, monseñor Oscar Ojea, consideró que en este tiempo de pandemia hay que "aprender a escucharnos más entre nosotros", y destacó la importancia de alabar a Dios.
El arzobispo de San Juan de Cuyo aseguró que el 4 de julio de 1976 quedó grabado en su memoria, conservando "detalles pequeños y acontecimientos muy densos" de lo que fue la masacre de San Patricio.
El obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, reflexionó con la palabra del domingo 5 de julio y aseguró: "Dios quiso salvar a los que creen gracias a la predicación de Cristo crucificado".
"La verdad no utiliza métodos violentos para imponerse. Se constituye en un llamado y, como tal, emprende el sendero del diálogo y del convencimiento", recordó el arzobispo emérito de Corrientes.